
Se casó a los 47 con un vestido de Jorge Rey y ahora se viene algo que te va a hacer gritar "sí! quiero"
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“No hay tiempo para tu cuento de hadas”, le dijeron más de una vez. Que ya era tarde. Que no hacía falta. Que con amor bastaba.
Pero ella quería más. Todo, en realidad:el amor, el vestido, la fiesta…y el escándalo de verse divina. Y a sus 47 años, se cumplió. Vino directo al castillo del Rey, donde Jorge la recibió en persona, junto a su equipo de artesanos, porque acá las fantasías no se juzgan. Se confeccionan.
Desde que cruzó la puerta del atelier, no hubo dudas: “Me caso. Y no como se espera. Me caso como siempre lo soñé.”
Quería magia. Quería drama. Quería belleza que corte el aire.
Quería que nadie pensara en su edad ni en su historia. Solo en una cosa:
esa mujer se eligió. Y se ama sin medida.
Y cuando una mujer entra con esa certeza, el universo entero se pone a cortar y a coser con nosotros.
El vestido fue la pieza clave. ¿Querés saberlo todo? Obvio. El corte, las texturas, los bordados a mano, los hilos traídos de otro continente, el forro de seda que se siente como un susurro…
Y sí… claro que querés saber todo… podríamos contarte cada exquisito detalle.
El corte, los materiales, las horas bordando a mano, los hilos traídos de otro continente, el forro de seda que acaricia como susurro, Pero, mi amor… ¿y si dejamos un poco de misterio? Porque hay secretos que no se escriben. Pero turno en la agenda y cita en el atelier que te lo pueden contar *guiño guiño*
Se viven. Se prueban.
Y se sienten cuando cruzás la puerta del atelier y decís: “Yo quiero el mío.”
¿Poético? Sí.
¿Exagerado? Un poco.
¿Necesario? Totalmente.
El casamiento fue en un antiguo palacio, con jardines, fuentes y amigas llorando al verla entrar. Pero más allá del vals y las risas, hubo algo más. Redención. No porque le faltara algo, sino porque decidió no negarse a nada. A los 47, dijo: “Sí, acepto.” Y lo dijo por amor a él, claro. Pero sobre todo, por amor a ella.
Y si vos, que estás leyendo esto, pensás “ya pasó mi momento”, te aviso:
El Rey no cree en los relojes.
Y si la vida no te dio tu cuento de hadas, venís al atelier…lo hacemos realidad.
Agarrate. Porque esto que te voy a contar… no lo sabe nadie.
Del atelier al altar (y ahora… directo a tu carrito)
Muy pronto, por primera vez, vas a poder comprar tu vestido de novia directamente desde la web de Jorge Rey.
Sí, leíste bien. Vestidos listos para enamorarte a primera vista, pensados para esas novias que no tienen tiempo que perder, pero que quieren sentir lo mismo que se siente al cruzar el atelier: magia, vértigo, piel de gallina. Para las que se casan en dos meses o en dos semanas. Para las que no quieren negociar con el apuro. Ni con la belleza.
Porque a veces, el amor llega sin avisar.
Y cuando llega… el vestido tiene que estar listo.
¿Tu cuento de hadas no tiene fecha?
Perfecto.
El vestido, sí.
1 comentario
Estas historias lo son todo jajajajaja